EL PROVERBIO MÁS LINDO:
MANZANAS DE ORO EN BANDEJA DE PLATA
Dr. Stanley Clark
Les invito a pensar conmigo en un proverbio. Se encuentra en Proverbios 25.11 que en la versión de RVR95 dice, “Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”.
Este proverbio es un desafío para los traductores por el significado incierto de varias de las palabras. En primer lugar, es dudosa la referencia a la manzana porque según los estudiosos la manzana estaba ausente en las tierras bíblicas salvo en lugares remotos donde la calidad de la fruta era pobre. Por eso, algunas versiones como la NVI tienen naranja en lugar de manzana (NVI, Per, BNP”) y algunos comentaristas sugieren que puede ser una referencia al membrillo.

Además, el significado de la palabra traducida “figuras” en la expresión “figuras de plata” es desconocido y hay que deducir su significado por el contexto. Otras versiones tienen “engastes de plata” (BLA), “adornos de plata” (RVA) “incrustaciones de plata” (NVI), o “diseños de plata” (BP, BNP).
Pero prefiero la traducción de una versión católica que es también la traducción de una versión inglesa reciente. “Manzanas de oro en bandeja de plata: así son las palabras dichas a tiempo.” (CAB y HCSB). Esta traducción nos da una figura coherente y llamativa.
A pesar de las dificultades en la traducción, el sentido del proverbio parece claro. En la figura, algo de valor, “manzanas de oro”, adquiere aún más valor por el marco en donde se encuentra, una “bandeja de plata”. Es así con palabras dichas a su tiempo, oportunamente o como conviene. Palabras apropiadas a la situación son como manzanas de oro en una bandeja de plata. Les sugiero cuatro ocasiones cuando nuestras palabras pueden ser como manzanas de oro en una bandeja de plata.
I. Transmiten alegría.
¡Cuánta falta hace la alegría en circunstancias de pandemia! El autor de Proverbios tenía razón.
“Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos.” (Prov. 17:22, NVI)
El corazón alegre es buena medicina para la persona y para los que están alrededor de él. Pero la persona que siempre está desanimada y siempre se queja es la causa de su propio mal estado de saludo y afecta para mal el estado de salud de la gente que está a su alrededor. ¡Ay del hombre que pierde su sentido de humor! La risa es la mejor medicina para la acidez que produce úlceras en el estómago. Hace falta contar con personas cuyas palabras pueden hacernos reír en estos tiempos de cuarentena.
En segundo lugar, Nuestras palabras pueden ser como manzanas de oro en una bandeja de plata cuando:
II. Animan.
Sorprende la frecuencia en las cartas del N. T. de la exhortación a “animarse unos a otros”. Por ejemplo, tres veces en 1 Tesalonicenses 4 y 5 Pablo repite la misma exhortación a que los creyentes se animen unos a otros (4.18; 5.11 y 14), una indicación de la necesidad de la exhortación y de su importancia.
Menciono dos ejemplos de animadores que aparecen en le N. T. El primero se llama José, miembro de la iglesia en Jerusalén mencionado por primera vez en Hechos 4.36. Sin embargo, hoy nadie lo conoce por su nombre José sino por el nombre Bernabé que le asignaron los apóstoles. El nombre Bernabé significa “hijo de aliento”. Parece claro que los apóstoles le asignaron este nombre precisamente por su don de animar y los ejemplos de su actuar en el N. T. confirman esta característica.
El segundo ejemplo de un discípulo que tenía el don del aliento es Onesíforo mencionado una sola vez en el N. T. en 2 Timoteo, la última carta de Pablo escrita desde la cárcel en Roma. Pablo dice, “Que el Señor le conceda misericordia a la familia de Onesíforo, porque muchas veces me dio ánimo y no se avergonzó de mis cadenas. Al contrario, cuando estuvo en Roma me buscó sin descanso hasta encontrarme. (2 Tim. 1:16-17. NVI; anayuvcw revive, refresh. RVA “reanimó”)
Gracias a Dios por los ejemplos de Bernabé y de Onesíforo y su don de aliento. Gracias a Dios también por los hermanos que en la actualidad están animando a otros con sus llamados por teléfono. Nunca ha sido tan grato escuchar sonar el teléfono como en estos momentos de aislamiento.
En tercer lugar, nuestras palabras pueden ser como manzanas de oro en una bandeja de plata cuando:
III. Son palabras de oración.
En estos días he tenido ocasión de volver a leer lo que dice el escritor E. M. Bounds con respecto al poder de la oración. Me parece muy pertinente en época de pandemia.
“Mientras más oración haya en el mundo mejor será el mundo y más poderosas las fuerzas contra la maldad en todas partes. La oración . . . es desinfectante y un preventivo. Purifica el aire; destruye el contagio del mal.”
“Las oraciones no mueren . . . . y sobreviven las vidas de los que las hicieron . . .”
“El hombre de muchas y aceptables oraciones ha hecho el servicio más verdadero y grande para las generaciones venideras.”
En el momento actual el servicio más grande que podemos prestar es pedir la intervención poderosa de Dios tanto en poner fin a la pandemia como en llamar a los hombres al arrepentimiento y la fe en medio de la pandemia.
En cuarto lugar, nuestras palabras pueden ser como manzanas de oro en una bandeja de plata cuando:
IV. Invitan a tener fe en Jesús.
Debemos imitar el ejemplo de Felipe. De quien se dice que “buscó a Natanael y le dijo: —Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas”. (Juan 1.45, NVI)
La exhortación de Pablo es oportuna. “Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno.” (Col. 4.5, RVR95).
Las pandemias hacen que la gente piense en el sentido de la vida y de la muerte. Esto se demuestra en la actualidad en el impresionante aumento en la venta de Biblias y en las búsquedas por internet sobre temas espirituales.
Es ahora como nunca que palabras que invitan a otros a tener fe en Jesús son como manzanas de oro en bandejas de plata.
Que nuestras palabras puedan ser como manzanas de oro en una bandeja de plata porque transmiten alegría, porque animan a otros, porque son palabras de intercesión a favor de otros y porque invitan a otros a tener fe en Jesús.