BUSCAR EL REINO DE DIOS

POR CARMEN UMPIÉRREZ

Hay una canción muy linda, basada en Mateo 6, cuyas palabras las transmitió Jesús a sus seguidores: “Busca primero el reino de Dios y su perfecta justicia, y lo demás añadido será, aleluya, aleluya”. Justamente ese momento era un tiempo de mucha injusticia, ya que estaban bajo las órdenes del imperio romano y, como en toda dominación extranjera, eran controlados y vigilados por soldados para asegurar la paz, según el poder imperial. Tenían restringidas sus libertades y se les imponían normas, decretos y leyes notoriamente injustas, a las que debían obedecer, como por ejemplo, dar tributo a Roma, en las que tenían que destinar recursos propios para mantener la opulencia de un imperio y de sus gobernantes. En este contexto, Jesús les dice que deben buscar el reino de Dios y su justicia, que lo demás va a ser añadido. Enorme desafío para ese tiempo y, pensando en el pasaje, también en este tiempo. ¿Cuáles son las situaciones de injusticia en las que estamos inmersos e inmersas hoy? ¿Cuáles son nuestros reclamos? Tal vez sean una mejora laboral o salarial, tal vez sea un reclamo de justicia en medio de nuestras relaciones. Jesús dice que busquemos el reino de Dios. ¿A qué se refiere? Jesús hablaba del reino porque era lo que la gente conocía como modelo de gobierno, siempre usaba lo cotidiano para enseñar. Aquí habla de un reino especial, el reino de Dios, pero... ¿dónde está este reino?, ¿dónde lo encuentro?, ¿cómo lo busco? Y tantas preguntas que se habrán hecho cuando lo dijo, y que nosotros y nosotras nos hacemos cuando leemos este pasaje. En Mateo 6, 33 les dice que busquen el reino de Dios y su justicia, que todas las demás cosas serán añadidas. Y en versículos anteriores les habla de la ansiedad, del afán y de lo poco que podemos hacer ante circunstancias que vivimos, pero les dice que Dios tiene cuidado de nosotros y nosotras. Pero trayendo el pasaje a este tiempo: qué me dice, cómo busco, cómo encuentro este reino.

Buscar el reino de Dios, en tiempos de pandemia, es cuando me cuido y también cuido a quienes tengo al lado. Muchos piensan: “Soy joven, no soy grupo de riesgo, estoy bien alimentada, cuidada, con las defensas altas, no me va a pasar nada”, pero no, me cuido y soy cuidadosa con aquellos que me rodean. Creo en un Dios que sana, pero elijo cuidarme porque es parte de mi responsabilidad y es una manera de mostrar mi amor. Buscar el reino de Dios es cuando velo por otro u otra, todos y todas conocemos que hay personas que perdieron sus empleos, que enfermaron, que vieron reducidos sus ingresos, por lo que compartir lo que se tiene es buscar el reino y su justicia. Buscar el reino también es orar los unos por los otros y otras, acompañando a quien está esperando un favor de parte de Dios. También interceder con mi pensamiento y con mi oración es ser parte del reino.

Buscar el reino es estar disponible para enviar un mensaje, para tener una charla con quienes lo necesitan, en medio de un aislamiento social que nos hace extrañar abrazos, mates compartidos, reuniones, comidas, festejos, salidas, etc. Buscar el reino, ser parte del reino, mostrar el reino, es un desafío en tiempos donde debemos estar aislados y aisladas por prevención de un virus, al que no le importa ni nacionalidad, ni edad, ni condición social, pero que afecta de manera distinta de acuerdo a cada una de estas variables. Buscar primero el reino es salir de mí misma para tener presente a mi hermano, a mi hermana y mi prójimo. Es dejar el yoísmo para ver más ampliamente a quienes me rodean. Busquemos el reino entonces, lo demás va a ser añadido.